viernes, 3 de abril de 2009

Apenas fue consciente ...

Apenas fue consciente cuando sucedió, las palabras de aquel inmenso volumen que tenía entre las manos eran viejas y sabias, poco a poco lo fueron envolviendo, enredando con hilos invisibles que hacían que su conciencia se fuera difuminando, abandonando la realidad que lo rodeaba, casi como en un sueño.

Estaba advertido de las consecuencias, había leído ya sobre los efectos de algunos libros, de algunas palabras, a pesar de lo cual, se había lanzado ávido al descubrimiento de aquella historia sin final, a juzgar por el inmenso número de páginas que tenía aquel libro de aspecto algo viejo, mohoso, pero irresistible, sin razón aparente, desde el momento que sus ojos lo descubrieron agazapado en la librería.

Los días dejaron de tener horas o minutos, él ya vivía entre elfos, enanos y dragones, su cuerpo poco a poco se convirtió en una carcasa hueca y vacía, las palabras habían realizado su trabajo con eficacia y puntualidad, lo habían transportado a ese mundo inmaterial, ese, que únicamente ellas saben donde se puede hallar.

Lo encontraron mucho tiempo después, con una sonrisa bobalicona, recostado en su sillón favorito, él ya estaba lejos, muy lejos ...

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