Retazos de verso ... o rimas al albur de los vientos

En ocasiones, raras veces suele ocurrir, el viento del sur llega hasta el rinconuco de las palabras formando tremendos remolinos con las palabras que allí viven, todo se pone patas arriba y, entonces, sucede algo extraordinario, una extraña música, como de un país muy muy lejano, comienza a sonar, sin saber cómo, así sin más, la palabra como camión, por ejemplo, comienzan a sentir unas ganas tremendas de hacer cosas, las más raras e insospechadas, no puede por mas que tocar el trombón, para recorrer el mundo entero haciendo chimpón, chimpón, chimpón.

De esta manera tan curiosa e inexperada, surge la rima, y se hilan cientos de palabras. Son vestidos tejidos con apenas unos hilos transparentes, tan finos como los que teje una araña en una mañana de rocio.

Con suerte, el viento deja de soplar, de tal modo, que algunas de esas rimas no se rompen sino que se dejan llevar lejos del rinconuco, más allá de los confines de la imaginación. Cuando su viaje es propicio se quedan prendadas en los pelos alborotados de algún poeta, dicen, que de este modo nace la inspiración, ellos que son algo despistados y olvidadizos, cuando la sienten en sus cabelleras, se lanzan veloces al papel, atrapando algunas de ellas, así sin casi querer, es como nace otro poema, uno de esos que nos hace soñar cuando la luz de la luna llena baña nuestra ventana en una noche estrellada.